martes, 23 de octubre de 2012

la musica como droga que afecta el cerebro



Cada vez hay más pruebas de que la música tiene tanta influencia en nuestro cerebro y nuestras emociones como una droga ilegal. Y, sin embargo, la música es legal. 
Bien, no toda la música era legal hasta hace bien poco. Y aún quedan mentes prehistóricas como las que dirigen las entidades de gestión de derechos de autor que todavía se empeñan en convertir el intercambio de archivos musicales en una actividad ilegal (aunque la ley explicite que el intercambio de archivos protegidos por derechos de autor es completamente legal siempre que no haya ánimo de lucro). 

¿Por qué la música puede compararse a una droga?

Primero hay que distinguir entre “estado de ánimo” y “emoción”. Son cosas ligeramente distintas, aunque se parezcan mucho. Un estado de ánimo es un sentimiento prolongado, que dura varios minutos, horas o incluso días. Una emoción, sin embargo, es un sentimiento efímero. La música, en general, induce más emociones que estados de ánimo. El musicólogo Deryck Cooke, en The Language of Music, de 1959, apoyaba la concepción generalizada de que las escalas musicales mayores expresan emociones positivas tales como alegría, confianza, amor, serenidad o victoria. Las escalas menores transmiten emociones negativas como el miedo, el odio o la desesperanza. Al escuchar música, consciente o inconscientemente, se tiene una experiencia emocional. Cuando esto pasa los pensamientos se comienzan a desarrollar, y siendo que los pensamientos inspiran a las acciones, entonces la música puede ser la responsable de la conducta en determinado momento. 


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